OVALLE Y LA TOPONIMIA INDÍGENA DEL LIMARÍ
La toponimia indigena del Limari constituye, en lo sustancial, un glosario de los nombres de lugares que poseen etimología indígena en el Valle del Limarí. Este breve diccionario toponomástico pretende dilucidar, hasta donde las fuentes documentales lo permiten, el origen lingüístico de cada topónimo y su significado en la lengua amerindia base.
Se complementa esta presentación con una clasificación de los topónimos amerindios considerando los tres criterios siguientes: lengua de origen, relación entre el nombre y el lugar y tipo de accidente geográfico.
Este estudio revela, mediante la presentación e interpretación estadística de los datos, la real distribución de los nombres indígenas pertenecientes a las etnías quechua, mapuche y, eventualmente, de la diaguita en un valle de tanta relevancia cultural del denominado Norte Chico.
INTRODUCCION
El presente glosario de topónimos del Limarí forma parte de una investigación mayor que abarca todos los nombres de lugares de la Tercera y Cuarta Región, denominadas tradicionalmente como el Norte Chico, o bien región de los Valles Transversales, donde vivió la facción de los diaguitas chilenos, desde el siglo X DC. (complejo de Las Ánimas) hasta fines del siglo XVII, en que se pierde el rastro de esta etnía. Sufinalidad es de orden etimológico y semántico, con la intención de acceder a una clasificación según la lengua de origen, que nos permita, a su vez, formular algunasconclusiones sobre la cuantía y distribución de los topónimos indígenas del valle y de la Región diaguita.
El área de estudio se enmarca entre los paralelos 30º15' y 31º15', latitud sur, y los meridianos 69º45' y 71º45', longitud oeste, sector que concuerda con la hoya hidrográfica del río Limarí y de sus afluentes directos, el río Hurtado, por el norte, y el Grande, desde el sur y suroriente. El río Hurtado nace en la Cordillera de Los Andes; el río Grande nace de la reunión de los ríos Gordito y Las Cuevas, en las proximidades del paso fronterizo de La Laguna. Es el más importante de los contribuyentes del Limarí, tanto por la gran extensión de su cuenca como por los ríos que la integran: Tascadero, Mostazal, Rapel y Guatulame. El río Guatulame drena con sus tres formativos -Cogotí, Combarbalá y Pama- la falda de un cordón transversal que lo separa de la cuenca del río Illapel, del Choapa. El Limarí, entre Peñones y la Angostura sobre la Carretera Panamericana, sólo recibe por su izquierda el estero Punitaqui o Salala, y por su derecha los pequeños aportes de las quebradas El Ingenio y La Placa.
El trabajo tiene una orientación de rescate de valores amerindios, representado en nuestro caso por la presencia de topónimos en la geografía del valle. No obstante, para seleccionar los vocablos aborígenes tuvimos primero que manipular más de dos mil topónimos: 1689 no indígenas, de origen hispano casi todos, y 873 amerindios (total, 2562 topónimos). Son los topónimos indígenas los que nos pueden iluminar sobre la eventual presencia en el pasado de etnías aborígenes, antes de que el reemplazo gradual y sostenido de estas denominaciones por nombres hispanos elimine irremisiblemente una fuente de cultura y de conocimiento de nuestras raíces.
El inventario toponomástico se obtuvo fundamentalmente de las Cartas del Instituto Geográfico Militar, en escala de 1:50.000: Puerto Aldea, Tongoy, Peña Blanca, San Pedro de Quiles, El Maqui, Embalse Recoleta, Sierra Cochiguas, Río La Gloria, Salala, San Julián, Ovalle, Monte Patria, Central Los Molles, Cordillera de Doña Rosa, Paso de los Azules, Valle de Patillos, Guatulame, Punitaqui, Mantos de Punitaqui, Combarbalá, Valle Hermoso, Pichasca, Hurtado y El Espino. También se utilizó el Listado de Nombres Geográficos, de la misma institución militar. En la presentación de cada topónimo se omiten las coordenadas geográficas, por razones de espacio, pero es posible confrontarlos con las fuentes mencionadas.
Cada topónimo se ajustó, en su presentación, a la siguiente pauta: 1) nombre del topónimo, 2) frecuencia del topónimo (indicada por un número entre paréntesis), 3) eventual adscripción al Diccionario de la Real Academia Española, en su última edición (se indica con la presencia de un asterisco (*), 4) variantes léxicas del topónimo, 5) derivados, 6) tipo de accidente geográfico, 7) etimología y significado, 8) nombre científico, cuando se trata de plantas o animales, 9) citas textuales de las fuentes en relación al significado y etimología del topónimo.
Al final, presentamos tres clasificaciones: según la lengua, segun el tipo de accidente geográfico, y según la relación existente entre el nombre y el lugar. Junto a las lenguas amerindias que constituyen el corpus (quechua, mapuche, nahua, diaguita, aimara, guaraní y taino) incluimos los rótulos de híbridos, para aquellos topónimos que son el resultado de la yuxtaposición o integración de dos lenguas indígenas, dudosos, que son aquellos topónimos para los cuales las fuentes diccionaristas proponen más de una lengua de origen, y desconocidos, que son los topónimos indudablemente amerindios, pero carentes de fuentes bibliográficas o referencias sobre su significado y étimo.
Finalmente, prevenimos a nuestros lectores que, de acuerdo a la fidelidad de las citas bibliográficas, hemos mantenido la ortografía en uso en sus respectivos diccionarios. Así, por ejemplo, don Rodolfo Lenz escribe "etimolojía", "hoi", conjunción "i", etc.
El autor agradece al profesor Sr. Lautaro Robles la recopilación bibliográfica de buena parte de los topónimos en su Seminario de Título TOPONIMIA INDÍGENA DEL VALLE DEL LIMARÍ, bajo nuestro patrocinio y dirección.